Los estudiantes se autodirigen y toman la iniciativa de crear el mejor ambiente para aprender como evaluadores de su propia capacidad, también siguen haciéndolo cuando las clases terminan. Es un gran avance que beneficia a profesores y a estudiantes, como dice Dickinson (1987) en los resultados de una investigación que llevó a cabo en el área de auto instrucción.
La autoevaluación por un lado hace que los estudiantes sean muy conscientes de su propio progreso, poniendo de relieve sus dificultades individuales en aspectos diferentes (en particular grupos de niveles desiguales); y, por otro lado, también la autoevaluación rápidamente saca a la luz áreas problemáticas porque los estudiantes mismos descubren su necesidad de ayuda gracias a ella. De una manera funciona como si fuera un diagnóstico continuo para incursar las clases, lo que supone que, si se utiliza adecuadamente, sirve como herramienta didáctica para planear y repasar. Por último, el interés de los estudiantes en su evaluación también contribuye a un ambiente personalizado que reconoce al estudiante como único en sus necesidades. Es de especial interés que ustedes estudiantes compartan su autoevaluación cualitativa y cuantitativa através del enlace comentarios!